En este editorial vamos a intentar hacer una primera aproximación a las razones que explican el porqué los EEUU de Norteamérica dan sustento social y político al proyecto nazi yanqui contemporáneo en marcha. Los EEUU son una nación joven, y la historia de la forja de este país incluyó aspectos claros de genocidio y rapiña contra los habitantes que ocupaban originalmente esos territorios. La proyección imperialista yanqui fue muy temprana, como evidencia la precoz guerra de anexión de territorios mexicanos.

En los EEUU han existido dos grandes corrientes en cuanto a su política exterior. Una autocentrada en la expansión y control de las Américas (a la que se aludía con rotundidad en la Doctrina Monroe), y otra que expresaba la ambición por la hegemonía mundial. Hay una larga lista de episodios que expresan esa ambición imperialista global después de la II Guerra Mundial, con invasiones e intervenciones en América Latina, Asia, África y Europa, realizadas siempre bajo la bandera de los derechos humanos y las libertades, aunque tal excusa fuera totalmente falsa.

¿Qué cuestiones han ayudado a conformar ahora un pensamiento y un discurso nazi?

Repasaremos en este editorial las reiteradas derrotas y humillaciones sufridas por el imperialismo yanki, que tienen un gran impacto en la opinión pública, la intensificación de los problemas internos (como el funcionamiento ineficiente del Sistema sanitario o el incremento de las drogodependencias, especialmente el drama del fentanilo, y el deterioro social de la imagen y la crisis reputacional a la que ha conducido), la pérdida del aparato productivo, el deterioro salarial brutal de la clase trabajadora en estos últimos 50 años, el deterioro de su bloque dominante tradicional (compuesto por representantes de los sectores industriales y, hasta los años 40, de los agrícolas, actualmente las mayores influencias provienen del sector financiero), así como el reciclaje masivo en EEUU de militares, científicos, técnicos y pensadores en general que dieron sustento y alimentaron en cada uno de sus terrenos al Régimen nazi alemán.

Trump quiere construir una agenda propia para sus guerras, no mantener las heredadas, impulsando un movimiento ideológico, social, económico y político que prepare a la opinión pública para ello. Las políticas que impulsa la nueva administración, aunque aparentemente parezcan tener objetivos exclusivamente económicos van mucho más allá, buscando una proyección claramente política e ideológica, y poniendo en pie sus propias alianzas a nivel internacional para alcanzar una capacidad significativa de incidencia en los diferentes marcos políticos e implementar en la medida de lo posible sus líneas de pensamiento y acción.

Los EEUU son un imperio en franca decadencia. El “empoderamiento” de un sector significativo de la población, como ocurrió en la Alemania nazi, es condición sine qua non para abordar un conflicto estratégico de esta envergadura. Situarse en la posición de que estos cuatro años pasarán y que después todo volverá a ser como antes es situarse en el campo del idealismo, de la irracionalidad y en el de la irresponsabilidad como seres humanos. Las posibilidades de derrotarlo son muchas, pero lo primero que hay que hacer es tomárselo muy en serio.

Como siempre, te invitamos a leer el editorial completo👇🏼:

https://izca.net/2025/02/04/condiciones-nuevo-reich/

🔴 #AUSCHWITZ 80 AÑOS DE LA LIBERACION SOVIETICA

Una charla en vivo de Sebastian Salgado con la antropóloga Sara Rosemberg desde Madrid.
Canal de Youtube de DATA URGENTE:
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