¿Que pasó años más tarde? El desarrollo de Dilantin, que curaba las convulsiones en el 74%, con "pocos" efectos secundarios. Por supuesto, esto hizo abandonar una práctica más efectiva y si efectos secundarios

El tratamiento de la epilepsia en los años 20 incluía los sangrados, la trepanación, la extirpación de los ovarios y glándulas suprarrenales, e incontables drogas, hierbas y tientes. Las "modernas" terapias que se desarollaron para el tratamiento de la epilesia consistían en dos drogas: fenobarbital (un barbitúrico) y bromo (un veneno). Ambas drogas eran solo marginalmente efectivas para prevenir las convulsiones, y producían unos severos efectos secundarios. Entonces, en 1920, Hugh Conklinun osteópata naturista que trabajaba en el Sanatorio de Battle Creek (Michigan), clamó que había encontrado una cura para la epilepsia.En los ultimos años 10 y principios de los 20, los sanatorios eran un destino de moda para la gente con numerosas patologías donde recibían baños de aguas, baños de sol desnudos, enemas, y AYUNO. Conklin aseguraba que un ayuno de 20 mdías con solo agua curaba la epilepsia. Estas noticias llegaron a un respetado endocrinólogo de la costa Este, Rawle Geyelin, que probó los hallazgos de Conklin en 1921, presentando su experiencia a la Sociedad Médica Americana Médica en su congreso: Tras ayunar 30 paciente por 20 días en su clínica, el 87% quedaron libres de convulsiones.

No sé el resto de mis "colegas".
Pero cuando acabé la carrera me tomé el juramento Hipocrático muy en serio. No como un trámite o un juego.
Mi padre me enseñó el valor que encerraba ese juramento y la necesidad de que lo tuviera siempre presente en cada uno de mis actos como médico.
Así ha sido, y hasta aquí me ha llevado.
Cuidar, respetar y proteger al paciente han sido mis valores. Mi padre me enseñó también a amarlo.

Dos pacientes (ambos mujeres), con mascarilla esta tarde a hacerse una ecografía. Eso hace un 10% de los pacientes.
Vivimos en un mundo de tarados y enfermos mentales, sobre todo entre los más "educados" y "doctos".

La sanidad pública va viento en popa.
Esta mañana, atiendo desde mi empresa privada, todas las resonancias del hospital de La Plana (pacientes ingresados que no pueden o quieren informar los radiólogos de allí), y resonancias del Hospital General de Castellón hechas en nuestra clínica. Turnos en los que suelen emplear 2-3 radiólogos.
Esta tarde, programa de lista de espera de ecografías del hospital de Sagunto (2000 en espera) y de La Plana (900).

Dadme un oncólogo que respete la decisión de un paciente de no someterse a quimioterapia.
Dadme un pediatra que respete la decisión de unos padres de no vacunar a su hijo.
Dadme un cardiólogo que prescriba una dieta cetogenica en vez de dar estatinas.
Entonces, volveré a creer en la medicina.