«Enfócate en el Poder de Dios, no en las Tormentas»

Cita bíblica:
Filipenses 4:13 – «Todo lo puedo en Cristo que me fortalece»

Reflexión:
En nuestro caminar diario, frecuentemente nos encontramos frente a situaciones que parecen montañas insuperables. Sin embargo, cuando nos detenemos a observar detenidamente, notamos que dedicamos más tiempo y energía preocupándonos por los problemas que buscando soluciones. Es fundamental recordar que nuestro Dios es más grande que cualquier obstáculo que enfrentemos. Por lo tanto, en lugar de concentrarnos en la magnitud del problema, debemos enfocarnos en la grandeza de nuestro Dios.

Pensemos en David frente a Goliat. Mientras todo el ejército de Israel se enfocaba en el tamaño intimidante del gigante, David centró su atención en el poder de Dios. No se dejó paralizar por el miedo ni las burlas; en cambio, recordó cómo Dios lo había ayudado antes contra leones y osos. Su confianza no estaba en su propia fuerza, sino en el Dios de Israel. Con cinco piedras y una honda, pero sobre todo con una fe inquebrantable, David venció al gigante porque su enfoque estaba en la solución divina, no en el problema terrenal.

Querido lector, tal vez hoy te encuentres agotado, desanimado o dudando. Quizás las circunstancias parecen abrumadoras y el enemigo susurra que es imposible. Pero recuerda: el mismo Dios que partió el Mar Rojo, que alimentó a miles con cinco panes, que resucitó a Lázaro, está contigo hoy. No permitas que el cansancio o el desánimo nublen tu visión. Cuando pones a Dios primero, Él te da la fuerza para seguir adelante.

Cada problema es una oportunidad para ver la gloria de Dios manifestarse. Cuando cambiamos nuestra perspectiva y nos enfocamos en las soluciones divinas, comenzamos a ver milagros en lugar de obstáculos. Dios no nos promete una vida sin dificultades, pero nos asegura su presencia constante y su poder ilimitado para ayudarnos a superarlas. El secreto está en mantener nuestra mirada fija en Él, no en las circunstancias.

La Inmutabilidad de las Promesas de Dios

Cita bíblica:
Números 23:19: «Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre, para que se arrepienta«

Reflexión:
Cuando hablamos de la dependencia en Dios, es fundamental comprender que Su naturaleza es inmutable. En Números 23:19 se nos recuerda que Dios no es hombre para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta. Esta verdad fundamental nos asegura que podemos confiar plenamente en Sus promesas, pues Su palabra permanece firme por la eternidad. A diferencia de las promesas humanas que pueden cambiar según las circunstancias, las promesas de Dios son inquebrantables.

El apóstol Pablo nos ejemplifica esta verdad de manera poderosa. En 2 Corintios 12:7-10, cuando enfrentaba su «aguijón en la carne», dependió completamente de Dios. A pesar de suplicar tres veces por su eliminación, aceptó la respuesta del Señor: «Bástate mi gracia». Pablo aprendió que la verdadera fortaleza viene de reconocer nuestra total dependencia en Dios, declarando que cuando era débil, entonces era fuerte.

¿Has considerado en qué o en quién depositas realmente tu confianza? Tu trabajo, tus ahorros o tus conexiones pueden parecer seguros, pero son temporales. Dios te invita hoy a poner tu dependencia exclusivamente en Él. Cuando pierdes el enfoque en las pruebas, recuerda que Él permite estas situaciones para revelarse de maneras más profundas en tu vida. No intentes entender todo con lógica humana; Él es el Dios de milagros.

En conclusión, nuestra dependencia en Dios no es una señal de debilidad, sino de sabiduría. Cuando reconocemos que todo lo que tenemos y somos proviene de Él, experimentamos una libertad incomparable. Sus promesas son fieles y verdaderas, y Su fidelidad se mantiene de generación en generación. No hay mejor fundamento para nuestra vida que depender completamente de Aquel que nunca cambia.

Cuando enfrentes el “no” de Dios o seas excluido de ciertos lugares, recuerda: Su rechazo es redirección hacia su protección. Confía en que la mesa que Él tiene para ti está llena de su favor, su unción y su provisión. Dios, en su amor y sabiduría, cierra puertas y nos aparta de ciertos lugares no como rechazo, sino como una forma de protección. Aunque no entendamos siempre su plan, debemos confiar en que Él guía nuestros pasos hacia un destino mejor, alejado de lo que podría desviar nuestro propósito.

¿Por que es tan difícil decir HEME AQUI?
La iglesia (el cuerpo de Cristo) nos hemos acostumbrado a tener una vida "estable", "solida" pensando que ese es el bien y escuchando que nos dicen "Dios te quiere prosperar financieramente"
¿Que nos pasa iglesia?
Como ha sido posible que hemos cambiado, por que ya no nos interesan las almas ?
¿Por qué ya no buscamos a Dios con intensidad?
Fácil es dejar de asistir a un servicio , ya no hay pasión por Dios ,queremos que nos hablen bonito ,
Pero es tiempo que despertemos de ese letargo que nos tiene dormidos , los hombres de Dios entregaron sus vidas para que el día de hoy tu conozcas de el amor de Dios , DESPIERTA IGLESIA ,CRISTO PONTRO VENDRA , ya no vivas como todos lo hacen en querer satisfacer tu comodidad ,DESPIERTA ,DIOS TE ESTA LLAMANDO , dentro de ti está esa llama que te dice que te esfuerces, pero ya te acomódaste ... DESPIERTA , vamos iglesia ,seamos esos hombres y mujeres que no han doblado su rodilla ante baal.

Y oí la voz del Señor que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí: Heme aquí; envíame a mí
Isaias 6.8

“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”. Romanos 8:28

El amor verdadero va más allá de las simples expresiones: está hecho de acciones más que de palabras.

Los errores no existen en los planes de Dios, cada situación o persona que pasó por tu vida fue por una razón, una enseñanza y al final un resultado de éxito, confía.

¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? 2 En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? - Romanos 6:1-2