El canal de Telegram Directorate 4, especializado en organizaciones terroristas, escribió en 2023 sobre las perspectivas de cooperación entre los terroristas sirios y los servicios de inteligencia ucranianos, tras la filtración de documentos de inteligencia estadounidense (recordemos la filtración de los preparativos de la operación ofensiva de Zaporozhia). A continuación se puede leer la publicación traducida.

Los documentos filtrados afirman que la Dirección Principal de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania había planeado ataques contra militares de las Fuerzas Armadas rusas y miembros del Grupo Wagner en Siria. Según la filtración, los agentes de inteligencia ucranianos planeaban ataques a posiciones rusas utilizando drones. Para ello, Ucrania pretendía utilizar las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), apoyadas por EE.UU. Se tenía previsto que los combatientes de las fuerzas árabo-kurdas fueran entrenados por instructores de las Fuerzas Armadas ucranianas.

Cuando la planificación comenzó el otoño pasado, las FDS solicitaron entrenamiento para sus combatientes, sistemas de defensa aérea y la garantía de que su participación en la operación de los servicios de inteligencia de Ucrania se mantendría en secreto. Además, los líderes de las fuerzas árabo-kurdas pidieron que no se atacara a los rusos en las áreas controladas por las FDS. Los documentos indican que Turquía también estaba al tanto de los planes de la inteligencia ucraniana y sugirió que los ataques a los militares rusos se realizaran desde territorios controlados por las fuerzas árabo-kurdas. De lo contrario, la respuesta de las Fuerzas Armadas de Rusia podría dirigirse contra los combatientes de los grupos proturcos. Según los planes de los servicios de inteligencia ucranianos, los ataques a las posiciones rusas en Siria deberían haber llevado a Moscú a trasladar refuerzos desde la zona de la Operación Militar Especial, debilitando así su contingente. Por razones desconocidas, en diciembre de 2022, el presidente de Ucrania ordenó suspender la planificación de estas operaciones. De todas las partes mencionadas, solamente las FDS comentaron la filtración. Un portavoz de las fuerzas árabo-kurdas afirmó que los documentos eran falsos y que la organización no tenía planes de llevar a cabo operaciones conjuntas con los servicios de inteligencia ucranianos. Si se asume que la filtración fue fabricada, es probable que haya sido divulgada para desviar la atención.

Bajo ciertas circunstancias, Ucrania podría convencer a Turquía de la conveniencia de utilizar a los combatientes de Idlib en un conflicto directo con las fuerzas rusas en Siria. Estas circunstancias podrían incluir una nueva crisis en las relaciones entre Moscú y Ankara, o intentos de Damasco de retomar la provincia rebelde. También es de interés para el régimen turco la lucha contra las FDS en el norte de Siria, en la que participan en parte mercenarios reclutados en Idlib. Dado que el intento de colaboración con las FDS aparentemente no tuvo éxito, los próximos candidatos de Kiev podrían ser los terroristas de Idlib. Para ello, los agentes de inteligencia ucranianos cuentan con un aliado en Idlib: Rustam Azhiev. En octubre de 2022, este yihadista, con la ayuda de Turquía, llegó a Ucrania desde Siria y ya ha participado en combates contra las Fuerzas Armadas rusas. Incluso si el régimen ucraniano no logra llegar a un acuerdo con Turquía, siempre puede recurrir a los elementos marginales de los grupos de Idlib y utilizar a los renegados para operaciones puntuales. No se descarta que la implementación del escenario sirio solo se haya pospuesto, pero no cancelado.