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Como padres y madres, tendemos a creer muchas veces, que siempre tenemos razón en todo. Que si reconocemos que nos hemos esquivado, perderemos el respeto de nuestros hijos o estos ya no nos verían como sus super héroes. Y no es ni de lejos así. Yo, cada vez que me equivoqué con mis hijas, sentí un sabor amargo en mi boca y un gran peso en mi pecho. En cuanto les pedí perdón y recibí como regalo sus sonrisas y abrazos, todo cambió. Además, los niños tienen una capacidad increíble de perdón. Si te equivocas, no tengas miedo en reconocerlo y decírselo. Abrazaos, llorad juntos y dejad atrás las amarguras del ego. ¿Qué hay más bonito en la vida que la reconciliación?

Te deseo un huerto. ??

Un huerto que te recuerde
cómo cosechar lo que se siembra.

Un huerto que te enseñe que cuidar
es sinónimo de cuidarse.

Te deseo un huerto.

Un huerto que te recuerde el por qué
de los ciclos y de las estaciones.

Que no te permita olvidar, por ejemplo,
que la primavera
sólo existe gracias a -y despues de-
el invierno.

Te deseo un huerto.

Para que te manches de barro,
para que no te falte nunca
el alimento
ni los motivos para levantarte
de la cama.

Por ejemplo, para regar,
o sembrar
o para cualquier otra manera
de preservar la vida.

Te deseo un huerto.

Sobre todo para que comprendas
que reciprocidad, en la gran mayoría de ocasiones,
no es
dar lo mismo que recibes.

Que reciprocidad es recibir lo que necesitas
y dar lo que le hace falta al otro.

Te deseo un huerto,
un huerto que te explique
la complejidad de lo sencillo
y lo sencillo de la complejidad.

Te deseo un huerto.

Para que comprendas
que la reciprocidad
se resume, en esencia,

a dar agua y luz

y recibir tomates.

En la historia de la psicología siempre ha sido un punto de discusión cuantificar en qué porcentaje la personalidad de los niños ya viene determinada por la genética heredada y en que porcentaje se construye la personalidad del niño en función del entorno en el que fue criado.
Antiguamente, había una cierta tendencia a considerar que la personalidad de los niños ya venía determinada por la herencia genética y que el entorno los podía influenciar pero no lo suficiente para determinar su personalidad. Con el paso de los años esta tendencia ha ido cambiando porque cada vez hay más estudios que demuestran el impacto que tienen ciertos estímulos o condicionantes en la vida de los niños. Y aunque siempre hay opiniones de todo tipo, hoy en día es realmente difícil encontrar psicólogos que consideren que la personalidad de un niño ya viene determinada genéticamente y que el impacto del entorno no es suficientemente determinante en la formación de su personalidad.

Si nos centramos en el Eneagrama, es indiscutible que las personas del mismo eneatipo parten de historias infantiles donde sus ambientes traumáticos han sido bastante similares.

Te pongo algunos ejemplos.
El eneatipo 8 ha sufrido hechos muy traumáticos en su infancia y aunque esos hechos son distintos, tienen en común que esos hechos han sido muy duros para su infancia, aunque puede haber alguna excepción.
El eneatipo 7 ha tenido una relación muy estrecha con el progenitor del sexo contrario.
El eneatipo 1 ha tenido al menos un progenitor muy autoritario.
Los eneatipos 3 y 6 han sido valorados por lo que hacían en vez de por lo que eran.

Está claro que el entorno si determina la personalidad futura del niño en su edad adulta.

✅Respeta las horas de sueño

➖La cantidad de sueño que necesita cambia a medida que envejece:

▪ Recién nacido 0-3 meses: 14-17 horas
▪ Infantil 4 a 12 meses: 12 a 16 horas cada 24 horas (incluidas las siestas)
▪ Niño pequeño 1-2 años: 11 a 14 horas cada 24 horas (incluidas las siestas)
▪ Preescolar 3-5 años: 10 a 13 horas cada 24 horas (incluidas las siestas) 
▪ Edad escolar 6-12 años: 9-12 horas cada 24 horas

Si bien la cantidad de sueño que duerme cada día es importante, otros aspectos de su sueño también contribuyen a su salud y bienestar. La buena calidad del sueño también es fundamental. Los signos de mala calidad del sueño incluyen no sentirse descansado incluso después de dormir lo suficiente, despertarse repetidamente durante la noche y experimentar síntomas de trastornos del sueño (como ronquidos o falta de aire). La mejora de la calidad del sueño puede ser ayudada por mejores hábitos de sueño o por ser diagnosticado y tratado por cualquier trastorno del sueño que pueda tener.