APLICACIÓN PRÁCTICA
Una vez más vemos a María mostrando su ternura hacia los hombres en un momento crítico de la historia... Gracias a Ella vivo en un continente católico. ¿Qué hago para corresponder al amor que derramó la Inmaculada sobre esta tierra americana?... Bajo su protección ninguna empresa de apostolado es irrealizable... Si la pereza o el pesimismo me detienen frente a las dificultades que ofrece cualquier trabajo apostólico, defraudo a mi Señora, y falto a la confianza en Ella, que es Reina y Madre de Misericordia, y está siempre dispuesta a volcar las riquezas de Cristo sobre aquéllos que la invocan.

ORACIÓN¡Oh! Dios que preparaste una digna morada a tu Hijo por medio de la Inmaculada Concepción de la Virgen: te rogamos que así como por la muerte prevista de tu mismo Hijo, la preservaste de toda mancha, así también nos concedas que, mediante su intercesión, lleguemos limpios de toda mancha a tu presencia. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

*“Como una antigua y constante tradición lo asevera, la Virgen Madre de Dios se apareció visiblemente en 1531, a un piadoso y sencillo neófito llamado Juan Diego, en el collado de Tepeyac, de la nación mejicana. Hablándole con gran amor, le mandó que fuera a su Obispo y le anunciara que se debía levantar en honor de Ella un templo sagrado.
Con el fin de examinar el asunto con toda diligencia, el Obispo del lugar, Juan de Zumárraga, dio largas a la respuesta. Y, al neófito, que movido de nuevo por la visión y el mandato de la Santísima Virgen, renovaba su petición y embajada con lágrimas y ruegos, mandó que pidiese fervientemente una señal, mediante la cual se manifestara la voluntad de la gran Madre de Dios.
[Al día siguiente] mientras el neófito tomaba un camino más apartado, rodeando el collado de Tepeyac, y se dirigía a México a llamar a un sacerdote, para que no muriese sin sacramentos su tío, gravemente enfermo, se le apareció por tercera vez la benignísima Virgen. Viendo a Juan Diego sumergido en la aflicción por la próxima muerte de su pariente, le hizo sabedor de la curación del mismo, y le ordenó que llevase al Obispo unas bellísimas rosas recientemente abiertas, contra todo lo que la aspereza del invierno y del lugar exigía. Obedece Diego al mandato, y, después de poner las rosas a los pies del Obispo, aparece en su poncho, pintada en forma admirable, la imagen de María, tal cual se le había mostrado en el monte cerca de la ciudad. Movidos por un prodigio tan grande, los ciudadanos cuidaron de guardar con todo amor la sagrada efigie en la capilla episcopal, imagen que, poco después fue trasladada con pompa y solemnidad a la ermita levantada en el collado de Tepeyac, en el cual fulgura en medio de la veneración insigne de todas las gentes.
Trasladada después a un templo magnífico... hace ya cuatro siglos que se le da Culto, con gran concurrencia del pueblo, y enorme lluvia de favores y gracias.

Pío X, para dar plena satisfacción a las peticiones y deseos de los obispos de la América latina, declaró a la Bienaventurada Virgen de Guadalupe, Patrona principal de esa misma América latina”.*

MES DE MARÍA INMACULADA, EN PREPARACIÓN PARA LA FIESTA DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN.

**Sofía Molina Pico – NIHIL OBSTAT: E. Speroni, Censor - 5/10/1943

6 DE DICIEMBRE DÍA 30

ACTO DE CONTRICIÓN:**
Pésame Dios mio, y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido. Pésame por el infierno que merecí y por el cielo que perdí, pero mucho más me pesa porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan grande como Vos. Antes querría haber muerto que haberos ofendido; y propongo firmemente no pecar más y evitar todas las ocasiones próximas de pecado. Amén.

ORACIÓN DE SAN BERNARDOAcordaos, oh piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir que nadie que a Vos se acogiese y pidiese socorro y favor hubiese sida desamparado de Vos. Yo, animado con tal confianza, acudo a Vos, oh Virgen de las Vírgenes, a Vos vengo, delante de Vos me presento, con temor de mis pecados. No queráis menospreciar mis oraciones ni mis palabras, ¡oh Madre de Dios!, antes bien oídlas y cumplidlas benignamente. Así sea.

CONSIDERACIÓN - LA PATRONA PRINCIPAL DE LA AMÉRICA LATINA: NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE
Hemos visto a María unida a todos los Misterios de nuestra Redención. Ahora, exaltada sobre los Ángeles y los Santos, distribuye como Reina y Madre de misericordia, las gracias que su Hijo nos mereció. Desde su trono celestial, vigila, como en Caná, las necesidades de sus hijos de la tierra, para socorrerlas. Así lo ha hecho durante toda la historia de la Iglesia.
Cuando en el siglo XVI hubo que ganar para Cristo a todo un nuevo continente la Inmaculada puso en él su planta, como para orientar la gesta hispánica, y proteger la conquista espiritual de América.
Han pasado diez años desde la llegada de Cortés a México, cuando tienen lugar las Apariciones de la Virgen de Guadalupe, que son como un lejano preludio de las de Lourdes.
¡Qué maternal se muestra María en aquella colina de Tepeyac! Elige a un indio de los convertidos, como para mostrar su confianza en la raza bravía y pagana, que empieza ahora a inclinar la frente bajo las aguas del Bautismo. Aparece con rostro moreno, como para infundir confianza a su vez a Juan Diego, el indio piadoso e ingenuo que la describe como "una bella indita". En los diálogos con Juan Diego, la Virgen derrama la más conmovedora ternura. Se diría que, en él, quiere adoptar a toda la población indígena de la América inmensa. Y busca los medios más atrayentes: una música celestial atrae cada vez la atención del neófito, flores brotan de entre el hielo, la imagen de María, pintada con arte de cielo en el poncho del indio, aparece a los ojos de todos.
La fama de estos milagros corre por el vasto territorio, en donde la indiada ofrece a sus dioses sacrificios humanos, y la atracción de la Madre del Cielo resulta irresistible. Su promesa de que derramará favores "sobre los indios y todos los demás" tiene un eco inesperado.
El ritmo de las conversiones se acelera en forma inverosímil: ahora las virtudes cristianas brotan abundantísimas de entre el hielo del paganismo, la devoción a la Virgen reviste a la raza indígena, y, en poquísimo tiempo, la entrega a Cristo.
Simbólicos, proféticos, resultaron los milagros que realizó María en la colina de Tepeyac. Una vez más, la Inmaculada aplastó la cabeza de la serpiente. Sólo su protección puede explicar el éxito de la rápida conquista espiritual de la América española: en menos de un siglo, Iglesia, servida por España, plantó la Cruz en todos los rincones del Nuevo Continente, desde Méjico hasta Chile y el Río de la Plata.
En los Maitines del 12 de Diciembre, Fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, concedida por Roma para toda la América Latina, leemos, muy abreviada, la historia de las Apariciones que nos ocupan; he aquí un fragmento:

APLICACIÓN PRÁCTICA
Todos estamos llamados a ayudar al triunfo del Reino de Cristo. Según la vocación, según las circunstancias propias de cada uno, será con el trabajo, con la oración, con el sufrimiento. Y muchas veces, en todas esas formas, simultánea o alternativamente.
Para no defraudar a nuestro Rey, imitemos al Corazón de María: cultivemos la vida interior, la pureza, el desprendimiento. Así, nos uniremos más y más a Cristo, creceremos en caridad, y Él nos dará, en cada momento de nuestra vida, la luz para saber lo que espera de nosotros y la fuerza para cumplirlo.

ORACIÓN¡Oh! Dios que preparaste una digna morada a tu Hijo por medio de la Inmaculada Concepción de la Virgen: te rogamos que así como por la muerte prevista de tu mismo Hijo, la preservaste de toda mancha, así también nos concedas que, mediante su intercesión, lleguemos limpios de toda mancha a tu presencia. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

MES DE MARÍA INMACULADA, EN PREPARACIÓN PARA LA FIESTA DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN.

**Sofía Molina Pico – NIHIL OBSTAT: E. Speroni, Censor - 5/10/1943

29 DE NOVIEMBRE DÍA 22

ACTO DE CONTRICIÓN:**
Pésame Dios mio, y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido. Pésame por el infierno que merecí y por el cielo que perdí, pero mucho más me pesa porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan grande como Vos. Antes querría haber muerto que haberos ofendido; y propongo firmemente no pecar más y evitar todas las ocasiones próximas de pecado. Amén.

ORACIÓN DE SAN BERNARDOAcordaos, oh piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir que nadie que a Vos se acogiese y pidiese socorro y favor hubiese sida desamparado de Vos. Yo, animado con tal confianza, acudo a Vos, oh Virgen de las Vírgenes, a Vos vengo, delante de Vos me presento, con temor de mis pecados. No queráis menospreciar mis oraciones ni mis palabras, ¡oh Madre de Dios!, antes bien oídlas y cumplidlas benignamente. Así sea.

CONSIDERACIÓN - DURANTE LA VIDA PÚBLICA: EL CORAZÓN DE MARÍA
Después de las Bodas de Caná, Cristo se aleja definitivamente del hogar de Nazareth, para entregarse de lleno al apostolado. Acompaña María a su Hijo en sus andanzas, como algunos lo han supuesto? Tal vez. No lo sabemos, pero el silencio del Evangelio nos enseña, por lo menos, que la Madre se eclipsa mientras Jesús arrastra a las multitudes. Durante aquellos tres años de enseñanzas, de milagros y de luchas que preparan la fundación de la Iglesia, no vemos actuar a la Virgen, que parece apartada de codo aquel movimiento.
Es el momento de volver las ojos hacia su Corazón: Jesús y María se han separado, pero sus Corazones son inseparables. Nadie conoce como la Virgen el sentido de la misión de su Hijo, su Corazón late al unísono con el Corazón Divino en los éxitos y en los fracasos. Orar, sufrir por el triunfo del Reino es lo propio de aquel Corazón maternal, que es al mismo tiempo el Corazón de la Corredentora.
Para colaborar en ese triunfo, María acepta la ausencia de su Hijo, acepta hasta su aparente indiferencia.
Jesús enseña a anteponer los intereses del Reino de los Cielos a los afectos más tiernos y santos: el Corazón generoso de la Virgen lo ayudará, con su actitud, a predicar al mundo esa doctrina del desprendimiento absoluto.
María abre así el camino a las grandes contemplativas, a las Claras, a las Gertrudis, a las Catalinas, a las Teresas y a sus discípulas, que, años después, se inmolarán calladamente por los intereses de Cristo. Pero la llama de amor vivo que consumirá un día sus corazones, no es más que un pálido reflejo del incendio de caridad que arde en el Corazón de María.
La Madre del Redentor colabora en el silencio a la obra de la Redención. Y en la Madre se cumple la palabra del Hijo: el que se humilla será ensalzado. Los siglos cristianos no se cansarán de cantar las glorias de María, y la iglesia nos descubrirá, en la Misa compuesta en honor de su Corazón Purísimo, las virtudes ocultas de ese Corazón: su vida interior, la consagración de toda su actividad a Dios, su pureza absoluta, que lo hace espejo de la perfección divina y en fin, su caridad incomparable. Para cantar esta caridad, la Iglesia lee como Epístola de la Misa del Purísimo Corazón de María, el siguiente pasaje del Cantar de los Cantares:
“Ponme como un sello sobre tu corazón, como un sello sobre tu brazo: porque el amor es fuerte como la muerte, y el celo del amor es inflexible como el Infierno; sus lámparas son como lámparas de fuego y de llamas. Las grandes aguas no han podido extinguir la caridad, y los ríos no la apagarán. Si un hombre diere todas las riquezas de su casa para adquirir el amor las despreciaría como si nada hubiera dado”.

29 de noviembre:
SAN SATURNINO, Mártir

Los hijos de este siglo son más sagaces, en sus negocios, que los hijos de la luz.(Lucas, 16, 8).

San Saturnino fue detenido y arrojado en una prisión durante la persecución de Diocleciano. Después de haber sufrido mucho en su mazmorra, fue sacado de ella para ser extendido en el potro; pero como las torturas ordinarias no podían doblegarlo a sacrificar a los dioses, le machucaron el cuerpo a bastonazos y le quemaron los costados con antorchas ardientes. Por fin fue decapitado junto con el diácono Sisino, y sus cuerpos fueron enterrados a dos millas de Roma, en la vía Salariana, el año 309.

MEDITACIÓN: SOBRE LA VERDADERA PRUDENCIA DEL CRISTIANO

I. La verdadera prudencia del cristiano consiste en regular la vida según las máximas del Evangelio; hay que mirar las cosas de este mundo con los ojos de la fe. El hombre político, el médico, el orador siguen las reglas de su respectivo arte: iSólo el cristiano quiere hacer profesión de cristianismo sin observar sus preceptos! Se declara discípulo del Evangelio no obstante vivir una vida contraria al Evangelo. Leen el Evangelio y se entregan a la impureza; se dicen discípulos de una ley santa y llevan una vida criminal.(Salviano).

II. ¿De qué proviene que no obremos según las máximas del Cielo? Es que no meditamos lo suficiente. ¿Podríamos acaso amar las riquezas y los placeres, si pensásemos seriamente en la muerte que está próxima, en el juicio que le sigue, en la eternidad de dicha o de infelicidad que será nuestra herencia?

III. Sería menester meditar cada día una verdad del Evangelio y elegir una de ellas en particular con la que entretuviésemos nuestra alma, que fuera como nuestro lema y nuestro grito de guerra en nuestra lucha contra el demonio. Los santos tuvieron su divisa particular, San Francisco: Mi Dios y mi todo;Santa Teresa: O padecer o morir;San Ignacio de Loyola: A la mayor gloria de Dios;el cardenal de Bérulle: Nada mortal para un corazón inmortal.Siguiendo el ejemplo de estos grandes hombres, elige en la Escritura o en los Padres una palabra y no la pierdas de vista. ¿De qué sirve al hombre ganar todo el universo, si llega a perder su alma?

El deseo de la sabiduría Orad por los prisioneros.

ORACIÓN
Oh Dios, que nos concedéis la alegría de celebrar el nacimiento al cielo del bienaventurado Saturnino, vuestro mártir, concedednos la gracia de ser asistidos por sus méritos. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

APLICACIÓN PRÁCTICA
La Madre de la Luz del mundo es nuestra luz. ¿Qué nos enseña Aquella a quien llama la Iglesia “Estrella del mar”? La obediencia a la ley de Dios. Tenemos los Diez Mandamientos, los Preceptos de la Iglesia, las Directivas del Episcopado, los Reglamentos de las Asociaciones a que pertenecemos. ¿Cuál es nuestra actitud ante esas leyes? ¿Discutimos?... ¿Criticamos?... ¿Buscamos excusas?... ¿Nos contentamos con salvar las apariencias?... O, como la Virgen, obedecemos con sencillez aún a aquello que nos parece desconcertante? Propongámonos imitar a María, obedecer como Ella con absoluta fidelidad a la Ley del Señor, y dejar nuestro destino en sus manos. Ese camino ordinario y sin brillo es el más seguro, y nos llevará, si Dios lo quiere, a las más sublimes alturas espirituales.

ORACIÓN¡Oh! Dios que preparaste una digna morada a tu Hijo por medio de la Inmaculada Concepción de la Virgen: te rogamos que así como por la muerte prevista de tu mismo Hijo, la preservaste de toda mancha, así también nos concedas que, mediante su intercesión, lleguemos limpios de toda mancha a tu presencia. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

MES DE MARÍA INMACULADA, EN PREPARACIÓN PARA LA FIESTA DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN.

**Sofía Molina Pico – NIHIL OBSTAT: E. Speroni, Censor - 5/10/1943

22 DE NOVIEMBRE DÍA 16

ACTO DE CONTRICIÓN:**
Pésame Dios mio, y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido. Pésame por el infierno que merecí y por el cielo que perdí, pero mucho más me pesa porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan grande como Vos. Antes querría haber muerto que haberos ofendido; y propongo firmemente no pecar más y evitar todas las ocasiones próximas de pecado. Amén.

ORACIÓN DE SAN BERNARDOAcordaos, oh piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir que nadie que a Vos se acogiese y pidiese socorro y favor hubiese sida desamparado de Vos. Yo, animado con tal confianza, acudo a Vos, oh Virgen de las Vírgenes, a Vos vengo, delante de Vos me presento, con temor de mis pecados. No queráis menospreciar mis oraciones ni mis palabras, ¡oh Madre de Dios!, antes bien oídlas y cumplidlas benignamente. Así sea.

CONSIDERACIÓN - PURIFICACIÓN DE LA VIRGEN Y PRESENTACIÓN DEL NIÑO AL TEMPLO
El Niño Jesús es el hijo primogénito de una familia hebrea, y, según la Ley de Moisés, debe ser ofrecido a los cuarenta días en el Templo para el servicio del Señor, y rescatado luego. El mismo día, la Madre debe purificarse legalmente.
Ninguna de esas dos leyes obliga a la Sagrada Familia: el Niño es el Hijo de Dios y la Madre es Virgen.
Los esposos virginales toman, sin embargo, el camino de Jerusalén y se someten a los ritos que su Religión impone. María obedece con humilde sencillez, no explica lo excepcional de su caso, deja que el Señor manifieste cuando le plazca la dignidad infinita del pequeñuelo que lleva en sus brazos, y su propia grandeza.
Y el Señor responde a su confianza con una manifestación extraordinaria; el Anciano Simeón reconoce en el Hijito de María al “Deseado de las Naciones” y lo canta como “luz que ha de ser revelado a los gentiles y que constituirá la gloria de Israel”.
Es de imaginar el eco que tuvo en el corazón de la Madre Admirable aquella gloriosa profecía, que luego recogió la Iglesia para recordarla diariamente en el Oficio Divino. María se humilla en la Purificación y se ve exaltada como Madre del Mesías, como Madre de la Luz del mundo.
La Iglesia, que recuerda estos Misterios el 2 de Febrero, ha hecho de esa fiesta una Fiesta de la Luz. La Bendición de las Candelas, las Antífonas, las Oraciones, todo celebra la iluminación divina que rompe las tinieblas seculares, con la llegada de aquel Niñito que, humildemente, se presenta al Templo.
La entrada de este Niñito en el augusto edificio es para el Templo una gloria inenarrable que cantaron los Profetas con siglos de anticipación.
Hay leeremos el Evangelio del 2 de Febrero, en el cual San Lucas nos narra la Presentación y la Purificación de María: “En aquel tiempo: cuando fueron cumplidos los días de la Purificación de María según la ley de Moisés. Llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarlo al Señor, como está escrita en la Ley del Señor: que todo varón que nazca el primero será consagrado al Señor. Y para darle ofrenda, conforme está mandada en la fe del Señor, un par de tórtolas o dos palominos. Había a la sazón en Jerusalén un hombre llamado Simeón, y este varón justo y temeroso de Dios, esperaba la salvación de Israel. u el Espíritu Santo moraba en Él. No le había revelado que no había de morir antes de ver al Cristo o venida del Señor . Y así vino inspirado por el Espíritu al Templo. Y al entrar los padres con el Niño Jesús, para practicar con el según lo prescrito por la ley, entonces Simeón le tomó en sus brazos, y bendijo a Dios y dijo: «Ahora, Señor, despides in paz a tu siervo, según tu palabra: porque han visto mis ojos al Salvador, al cual has puesto ante la faz de todos los pueblos como la luz que alumbre a los gentiles, y gloria de tu pueblo Israel»”.

22 de noviembre:
SANTA CECILIA, Virgen y Mártir

Mira que vengo pronto: mantén lo que tienes, no sea que otro se lleve la corona.
(Apocalipsis, 3, 11)

Santa Cecilia, de la ilustre familia de los Cecilios Metelos, gustaba de los cánticos sagrados y acompañábase con un instrumento cantándolos. Se preparó para el matrimonio con tres días de mortificaciones; después declaró a Valeriano su esposo, patricio pagano, que tenía a un ángel como guardián de su virginidad. Por el deseo de verlo se convirtió Valeriano, y en efecto, lo vio, llevando dos coronas, una para el mismo Valeriano y otra para su virginal esposa. Cecilia, urgida por el prefecto Almaquio, para que dijera dónde estaban sus tesoros: "Están -le dijo- en seguridad en manos de los pobres". Sufrió el martirio con su esposo y Tiburcio su cuñado.

MEDITACIÓN
SOBRE EL BUEN USO
DE LAS GRACIAS DE DIOS

I. Dios da a cada uno las gracias necesarias para alcanzar el grado de santidad a que Él lo destina. Si aprovechamos estas gracias, obtendremos otras mayores. San Valeriano escuchó los consejos de Santa Cecilia; como recompensa, Dios lo llamó al bautismo y, después, al martirio. ¿Cuántas gracias rechazas tú? Nos quejamos de que nos falta la gracia, pero podría decirse con más razón que somos nosotros quienes faltamos a la gracia. (San Ber nardo).

II. Existen gracias correspondientes a la vocación que Dios quiere que abracemos. Para recibirlas, hay que seguir el llamado del Señor; con la ayuda del cielo, las más grandes dificultades se desvanecen. Esto hace que tantas santas almas estén alegres y contentas en medio de las austeridades de la penitencia, mientras los mundanos, que han entrado a un estado de vida por capricho o interés, gimen y son desdichados en el seno de las riquezas y de los placeres.

III. Si no correspondes a las gracias que Dios te concede, dará a otro las gracias eficaces que te estaban destinadas. Así, San Matías ocupó el lugar del traidor Judas y obtuvo su corona. ¡Qué pena para este pérfido ver, desde el fondo del infierno, el lugar que hubiera ocupado en el cielo entre los Apóstoles, si hubiera correspondido a su vocación! ¡Ah! cuán admirable es Dios cuando nos atrae hacia Él: mas, ¡cuán terrible cuando nos abandona! (San Agustín).

El buen uso de las gracias
Orad por las Vírgenes.

ORACIÓN
Oh Dios, que todos los años nos regocijáis con la solemnidad de la bienaventurada Cecilia, vuestra virgen y mártir, haced que al ofrecerle el tributo de nuestros homenajes, imitemos la santidad de su vida. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

APLICACIÓN PRÁCTICA
María no separa su propia gloria del bien de sus hermanos. Unámonos a Ella; seamos de los humildes que por Ella triunfan. Unámonos a Ella para que nos dé su espíritu de caridad, y nos enseñe a preocuparnos por nuestro prójimo. Somos privilegiados de la Redención, y eso nos obliga al apostolado. Empecemos a cumplir con ese deber, por medio de la oración. Venzamos el egoísmo, y seamos generosos al rezar. Pensemos siempre en las intenciones de la Iglesia. Recordemos las necesidades de nuestros hermanos, conocidos y desconocidos. Si así rezamos, nos será más fácil luego ser generosos en las obras. Es un deber serlo en todo, ya que no somos seres aislados en el Reina de Dios, sino miembros de un mismo Cuerpo, cuya cabeza es Cristo, cuya Madre es María.

ORACIÓN¡Oh! Dios que preparaste una digna morada a tu Hijo por medio de la Inmaculada Concepción de la Virgen: te rogamos que así como por la muerte prevista de tu mismo Hijo, la preservaste de toda mancha, así también nos concedas que, mediante su intercesión, lleguemos limpios de toda mancha a tu presencia. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.