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POZO DE LA LAGARTA 31 DE AGOSTO DE 1936.
Las ejecuciones en los alrededores de la capital, en la Garrofa, en el barranco del Chisme, Vicar, y, sobre todo, en las proximidades del cementerio de Almería, lo que unido a que los milicianos no dudaban en contar sus "hazañas" después del tercer chato de vino, hizo que el Comité Central Antifascista buscara otros lugares más discretos y apartados donde la ocultación de sus crímenes resultara más sencillo.
La solución definitiva vino de la mano del anarquista y miembro del Comité Central Antifascista Rafael Álvarez, que había trabajado en Tabernas y sabía de la existencia de unos pozos secos, muy profundos, en la rambla de la Lagarta, donde se podía continuar dando los "paseos" a los facciosos sin llamar tanto la atención.
El primer pozo seleccionado por el Comité Central fue el de la Lagarta, situado a unos 40 kilómetros de la ciudad.
La primera "saca" se produjo la noche del 30 al 31 de agosto; el Comité de Presos del barco prisión Astoy Mendi confeccionó una lista de "curas y profesores" compuesta por los cerca de cuarenta personas que no pudieron ser paseadas el día anterior en el barranco del Chisme por haber fallado dos camiones... éste día no hubo problema alguno, un miliciano gritaba desde la cubierta del Astoy Mendi los nombres de los presos que iban en la lista, éstos subieron la escalerilla de metal que iba desde la bodega, donde estaban presos, a la escotilla de cubierta, una vez allí los milicianos les ataron las manos a la espalda con alambres, tan fuerte, que a veces le producían grandes heridas; seguidamente bajaron la escalerilla del barco y se dirigieron a los dos camiones, subiendo a su caja entre insultos, amenazas y empujones, cerraron el portón y cuatro milicianos armados vigilaban a los presos de cada camión.
A los presos se les dijo, lo mismo que a los asesinados en la Garrofa y en el barranco del Chisme, que iban a Cartagena para ser juzgados, lo cierto es que un poco después de pasar por Tabernas, los camiones se desviaron a la izquierda por la venta de los Yesos, de donde parte una carretera que va a Uleila del Campo y Lubrin. Después de pasar unos puentes llegan a la rambla de la Lagarta, dejan la carretera y tras unos minutos por un camino estrecho termina el viaje en camión...los presos son bajados de los camiones, bajo amenazas y apuntándoles con los fusiles les hacen subir por un serpenteante camino que les lleva a una muerte segura; así llegan hasta la boca del pozo donde los milicianos le dan a los religiosos una última oportunidad para la apostasía, en vano, ya que nadie renegó de su fé, y tras un disparo en la nuca, eran empujados por lo que los presos iban cayendo uno a uno, con las manos atadas a la espalda, al pozo.
En algunos casos, caían aún con vida y sus gritos eran oídos, con el consiguiente estupor, en la soledad de la noche por la gente, pastores, que merodeaban por la zona. Éstos gritos y el correspondiente olor producido por la rápida descomposición de los cuerpos fue paliada al echar en el pozo centenares de kilos de cal viva.
El pozo de la Lagarta, de 28 metros de profundidad, tras las "sacas" de los días 31 de agosto y 1 y 10 de septiembre se llenó de cadáveres, unos 50, hasta la boca, por lo que habría que buscar otro lugar para continuar con las macabras ejecuciones...
MEMORIA HISTÓRICA. NI OLVIDO, NI PERDÓN.
Increíblemente, nadie se percató de la situación ilegal de Cañellas, y más aún, de su mutilación, hasta que durante los más duros combates en la "Cabeza de Puente", el Capitán de la compañía de Fernando se percata de su discapacidad, al ver claramente lo poco que le quedaba de la mano izquierda, y a pesar de sus múltiples protestas, es retirado de inmediato de su puesto de combate.
Parece que la cosa ya no tenía remedio, sería devuelto a España, pero los escasos 20 años de Fernando, adornados por sus antiguas cicatrices de combate ganadas por el servicio a la Falange, le llevan a escaparse de su compañía, y al atardecer acompañado de otro viejo camarada de la Falange madrileña, emprende una larga caminata, cruzan bosques, se pierden, pero al final, tampoco se sabe cómo, llegan sanos y salvos al "Cuartel General" de la División Azul.
Quiere ver al General Muñoz Grandes cueste lo que cueste, son casi las 11:30 h. de la noche y el General se ha retirado a descansar, tampoco sabemos cómo, pero logra que Agustín Muñoz Grandes le reciba prácticamente en pijama.
Fernando Cañellas le cuenta su situación, le enseña su mano mutilada y le comunica al General que le quieren devolver para España, Fernando insiste en que es perfectamente capaz de seguir luchando por España y la Falange.
El General, en un principio asombrado y más tarde emocionado, le contesta:
"No te preocupes, camarada, la División no debe desprenderse de hombres como tú".
Fernando vuelve a su compañía y sigue luchando, en Possad quedan cercados por los soviéticos, allí combate la flor y nata de la Falange madrileña, la sangre de los chavales del SEU riega aquella pequeña aldea rusa.
El grupo de soldados en el que se encuentra Cañellas, está absolutamente rodeado, casi sin munición y el Alférez al mando les ordena:
"Quietos, un minuto de silencio para rezar por nuestras almas".
Los camaradas dejan de disparar, rezan mientras observan cómo los rusos se acercan gritando y confiados en que no queda nadie con vida.
Cuando acaban el rezo, aquellos falangistas que pocos años antes vestían con pantalón corto, tornan a la pelea con más furia y más coraje que nunca, se abren paso con bombas de mano y a golpes de machete hasta repeler el ataque de los soviéticos.
Pero Cañellas se echa mano a los ojos, prácticamente no ve nada, piensa que puede ser barro o sangre que le tapa la visión, se siente feliz por el resultado del combate y no se da cuenta de que ha perdido un ojo hasta que el camarada que tiene más cerca le avisa.
Una esquirla le ha reventado un ojo y el otro lo ha dejado muy maltrecho.
Inicia un calvario de hospital en hospital, pasa por Grigorovo, Riga, Konigsberg y finalmente Berlín, donde se le licencia en enero de 1942.
Después de curar en lo posible sus heridas, esta vez Fernando sí vuelve a España, en su camisa azul brillan la "Cruz de Hierro", la "Medalla de Mutilados" española y la de "Heridos" alemana.
Cañellas acabó la carrera de Derecho y se dedicó al periodismo, dirigió el semanario falangista "Afán", y fue galardonado con el Premio Nacional de Periodismo "José Antonio Primo de Rivera".
También perteneció al Instituto de Estudios Políticos.
Murió en Madrid el 26 de abril de 2004.
Sin lugar a dudas Fernando Cañellas es uno de los héroes desconocidos de la Falange.
HISTORIAS AZULES
"FERNANDO CAÑELLAS"
(VIEJA GUARDIA DE LOS "BALILLAS" DE LA FALANGE DE MADRID, MUTILADO DE GUERRA Y COMBATIENTE EN RUSIA, OTRO HÉROE DESCONOCIDO DE LA FALANGE)
Fernando nació en Madrid el 23 de agosto de 1921 y estudió el Bachillerato en el Instituto Cardenal Cisneros de la capital de España.
Allí conoció a dos chavales, que ya pertenecían ilegalmente a la Falange,y cuando le contaron el espíritu aquella milicia capitaneada por José Antonio, de inmediato se alistó con ellos, y al poco tiempo formaron la "Escuadra de Balillas" del Instituto Cardenal Cisneros, a la que también se unió su hermano Pablo a principios de 1935.
Tenía apenas 14 años cuando fue encuadrado en el grupo de "Balillas", donde estaban todos los chavales menores de edad que legalmente no podían alistarse a la Falange.
Pronto comenzó a prestar servicios en la venta del periódico falangista "Arriba", y un domingo del invierno de 1935, cuando voceaba el periódico al grito de "Ha salido Arriba, la voz de la Falange, ha salido Arriba, la voz de la Falange…", la última estrofa se le quebró en la garganta, pues acababa de recibir un navajazo en el costado de un agresor socialista, que trataba de impedir la venta del periódico azul.
La trifulca entre los vendedores del "Arriba" y los atacantes socialistas se generalizó y mientras tanto un camarada pudo llevar a Fernando al puesto de socorro más cercano, donde afortunadamente curó de sus heridas.
Como otros muchos camaradas acababa de recibir su bautismo de sangre, a pesar de que prácticamente todavía era un niño.
Casi todos los "Balillas", de inmediato se alistaron al SEU de Bachillerato, donde conoció al que sería uno de sus mejores amigos y camaradas, a Miguel Alonso "Carbonilla", que después de la guerra sería nombrado Jefe de la Centuria de Balillas ya denominada "Centuria José Tudela", y con el que combatiría en Rusia, pero no adelantemos acontecimientos.
En 1936, Fernando ya se había matriculado en la Universidad Central de Madrid para estudiar Derecho, y además de al SEU, a partir de enero ya le encuadraron en la "Primera Línea" de las milicias madrileñas.
El 19 de julio intenta entrar en el Cuartel de la Montaña pero no lo consigue, refugiándose en casa de unos amigos de la familia para días después salir de Madrid en dirección a lo que ya empezaba a ser la zona nacional.
Pronto se alista a una Bandera de Falange donde combate ininterrumpidamente hasta que es herido de gravedad en la mano izquierda, perdiendo todos los dedos menos el meñique, dejando la lucha y siendo considerado legalmente como un "Mutilado de Guerra", con tan solo 17 años.
Al acabar la Guerra Civil, retoma sus estudios de Derecho y en el curso de 1941 es el Delegado del SEU en la Facultad y además, presta sus servicios para el "Servicio de Información de la Falange", haciéndose muy amigo del camarada Luís de la Hermosa, que era cuñado de Dionisio Ridruejo.
Pero de nuevo sonaron clarines de guerra, la Falange volvía a luchar contra el comunismo, pero esta vez en su propia guarida, los banderines de alistamiento se abrían por toda España para ir a combatir en Rusia, y Fernando Cañellas, a pesar de ser "mutilado de guerra" prácticamente manco, se dirigió junto con sus camaradas a la Ciudad Universitaria de Madrid para alistarse a la División Azul, allí se encontró nuevamente con sus viejos camaradas de la "Centuria de Balillas", los pocos que aún quedaban, pero lógicamente fue rechazado en el Banderín de Enganche al percatarse el servicio médico de la gran mutilación que tenía, y fue sacado casi por la fuerza de las filas azules que formaban entre las ruinas de la Ciudad Universitaria madrileña.
Pero Fernando no aceptó el rechazo, no se sabe cómo lo logró, qué artimañas utilizó, a quién engañó, quién le ayudó, pero cuando la División Azul entró en fuego en el frente del Río Volchov, allí estaba Fernando, que además había sido nombrado cabo y encuadrado en la Compañía de Radio.
HISTORIAS AZULES
"LA BANDERA REMSA EN LA GUERRA CIVIL Y EN RUSIA"
(SEGUNDA PARTE)
En una anterior reseña ya hablamos sobre el nacimiento y consolidación de los militantes de Falange de la empresa "REMSA", que antes de la guerra incluso llegaron a formar una Centuria encuadrada en la Primera Línea de la Falange madrileña, después de que se constituyera primeramente una falange (la tercera) de la IV Centuria de la Primera Línea madrileña, Centuria entonces al mando de Pepe Bedriñana.
Pues bien, el Jefe de la Centuria "REMSA", Canalda, fue encarcelado el 18 de marzo de 1936 a pesar de lo cual, los camaradas no claudicaron en su lucha.
En pleno dominio rojo de Madrid al iniciarse la Guerra Civil, la empresa REMSA fue incautada y colectivizada.
Dieciocho camaradas de la REMSA fueron asesinados y los restantes fueron expulsados de los talleres.
Los caídos de la REMSA fueron los siguientes:
Feliciano Moreno
Nicasio Alameda
Manuel Celda Miguel Vicente
Melchor Velazquez
Carlos Ruíz
Librado Canalda
Julián Contreras
Olegario Escolante
Cándido Gil
JacoboGalán
Miguel Arriola
Diego Garcia Ángel Gutiérrez
Narciso Lamban
Luís Casas
José Luís Robredo
Todos ellos cayeron en los días previos al inicio de la Guerra Civil y durante la misma.
Al finalizar la guerra, Canalda que había sobrevivido, empezó nuevamente a poner en marcha la REMSA con los pocos camaradas supervivientes, entre ellos Colsa y Urrutia, y consiguieron el privilegio de que la ya "Bandera REMSA", funcionara exclusivamente a las órdenes directas del Jefe Provincial del Movimiento de Madrid, y además por el prestigio adquirido de años de lucha, fueron recompensados con el privilegio de formar siempre en lugar preeminente.
Al acabar la Guerra Civil, el antiguo «Grupo de Balillas» (chavales que habían ingresado en Falange antes de la guerra siendo todos menores de edad) pasa a denominarse «Centuria de Flechas José Tudela», y se integra, junto con los restos de la Centuria REMSA en la nueva unidad llamada «Bandera REMSA».
En 1941, y cuando se abren los banderines de alistamiento a la División Azul, la «Centuria José Tudela», al mando de su entonces Jefe Miguel Alonso («Carbonilla»), y gran parte de la Bandera REMSA, prácticamente como un solo hombre, se presentan voluntarios para combatir al comunismo en Rusia.
Cabe destacar entre sus miembros a los entonces universitarios falangistas «José María Sanchez Diana» y «Carlos María Idigoras», que a la vuelta de Rusia escribieron sendos magníficos libros que narraban las hazañas de la División.
De los 180 camaradas que se alistaron de la «CJT» a combatir, 55 resultaron muertos en combate, incluyendo a su Jefe "Carbonilla" y a varios jefes de sus falanges.
"Carbonilla" combatió como sargento en la 1ª compañía del I batallón del regimiento 269, donde formaba "la flor y nata de la Falange Madrileña".
Fue herido de máxima gravedad en los trágicos combates de "Possad" y encontró la muerte el 15 de noviembre del 41 después de ser operado sin resultados.
En resumen, desde noviembre de 1933, cuando Canalda y un par de camaradas, trabajadores todos ellos de la empresa REMSA, se entrevistaran con José Antonio, el núcleo inicial constituido en una falange, pasó después a formar la Centuria "REMSA" de la Primera Línea de Falange de Madrid, y al acabar la guerra se fusionaron con la Centuria de Balillas para formar la gloriosa "BANDERA REMSA".
Como todas las unidades combatientes falangistas, la REMSA sufrió innumerables pérdidas, tanto en suelo patrio como en los campos de la Rusia soviética.
Nunca arriaron la bandera rojinegra de la revolución falangista.
Estas elecciones europeas: VOTA EL YUGO Y LAS FLECHAS
VOTA FALANGE ESPAÑOLA DE LAS JONS ¡ARRIBA ESPAÑA!
¡Aquí no hay derecha, ni izquierda, ni centro, aquí o por España o contra España!
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