"Desespero"
Esperar es perder el tiempo y a mí no me gusta perder. Por eso no espero. Me siento en los parques y pienso en la vida de la gente que espera y cuando llegan mis amigos ya he deambulado por una infinidad de mundos. Viajo en tazas - velero y vuelvo montada en sobres de edulcorante cuando veo a la camarera sonriente acercarse con mi café. No hago fila para entrar a los teatros o a cualquier otro sitio, yo hago pactos con las estrellas, le escribo cartas a la Luna, miro al cielo y recito: ojalá. Ojalá esos que agitan, los que van correteando al tiempo sin darse cuenta que como el tesoro al final del arcoiris, es solo un mito hermoso y fatídico con una pizca de verdad, ojalá esos apurados, tan acelerados por vivir que se van por delante de la propia vida, entiendan que el mundo entero cabe en un ojalá. Entonces yo, como no puedo esperar, porque detesto perder, sueño, para no desesperar y sentir al menos la ilusión de que voy ganando algo, de que voy ganando vida y me está creciendo el alma. Menos para besar, para besar nunca he sido ansiosa, cuando beso me gusta perder.
Rosi🌹**

"Un poema de amor"
No escribo poemas de amor porque sería muy básica. Comenzaría rebuscando palabras para decir lo mucho que te quiero y enloquecería pensando metáforas en un humilde intento de explicar lo loca que me traes. Luego diría algo muy dificil de entender sobre tus ojos, algo que se escuchara bonito y dejara buen sabor en la boca al pronunciarlo, que me hiciera sonar muy inteligente y creativa, por no decir enamorada, algo que se resumiría a que son muy negros y a veces me pierdo y son todo lo que hay y no sé cómo salir de ellos. Después vendría la parte del conflicto, ahí es cuando explicaría vagamente por qué no estamos juntos, nada claro, sin revelar mucho. Y no me juzgues, no puedo hacer más, no puedo hablar fluidamente de un asunto que no comprendo.
Si este fuera un poema de amor podría arriesgarme a describir un beso tuyo y no me alcanzarían las combinaciones de letras para lograr la exactitud. Pero esto es otra cosa, esto es una locura.
Si este fuera un poema de amor, tengo dudas de donde y como comenzaría, pero me aflige la certeza de saber que terminaría conmigo.
Rosi?**

"Tantos colores"
Tiene tantos colores, imposible quedarse con uno. La gente la ve blanca, así es por fuera. La gente la quiere serena, el alma la reclama enloquecida. El amarillo tenue del amanecer en el pelo, el azul inocente de los cielos de agosto tatuado en el iris, la blanca espuma de las olas del mar coloreándole la piel.
Tiene un arcoiris sobre el lado izquierdo del pecho, mas un prisma le recubre el alma y desde el exterior se ve tan pálida, tan vacía.
¡Tiene tantos colores! ¿Quién quisiera quedarse con uno? ¿Quién quisiera desarmarla, desglosarla, resumirla? Ella es todo. Su esencia abarca el mundo.
Rosi?**

"A cada paso, en cada esquina"
Hoy salí. Afuera está la misma ciudad de siempre, con el mismo olor a vida, a todo menos a ti. El olor de tu ausencia es otro humo de cigarro asfixiante, otro basurero arruinando el paisaje perfecto del Caribe.
Hoy la ciudad no se parecía a nuestro Santiago, a nosotros siempre nos tocó el Sol, y hoy se me erizó la piel al tacto de la lluvia, al frío sin sentido de un abril con menos sentido aún. Me siento ajena, dos cosas van ya que no hallo en estas aceras que hace nada eran tan mías, tan nuestras: tú y el Sol. ¡Menuda combinación! Tal vez el Sol eras tú y por eso tu ausencia nos ha dejado así, cubiertos por un manto de sombras, con amenaza de llanto a todas horas y perdón si me pongo melancólica, pero cómo no ponerme melancólica sí hasta el cielo te extraña, hasta el cielo te llora. Santiago me tiene lástima, me compadece a cada paso, en cada esquina, me pide perdón a gritos y no entiende que no es su culpa, ni mía, ni de nadie.
Santiago está vivo, más que yo al menos, más que nosotros. Sigue teniendo calles estrechas, parques, iglesias, la Catedral, Enramadas, sigue teniendo música, sigue pariendo gente... Pero por más que lo intente no puede parirte de nuevo, no puede sacarte de dónde ya no estás, no puede sembrar una semilla de una planta extinta.
Nuestro Santiago lo intenta, yo lo intento y cambio de ruta para no acordarme, pero esta aldea ya la anduvimos completa y estás en todas partes, con tu seriedad de siempre, tu andar callado, tu risa divina. ¿Cómo te saco de donde ya no estás? No puedes irte, Santiago escogió retenerte, eres suyo, siempre suyo, siempre mío.
Rosi?**

"Pobreza"
Nos estamos acabando, sumidos en la pobreza inhumana de lo que nos falta. Se nos acaban el tiempo, los besos, el café, las películas de domingo.
Nos volvimos miserables, pordioseros mendigando caricias que se sienten ajenas, que se saben amargas, si es que saben.
Ahora sólo pienso en ahorrarnos la piel y los labios, por aferrarme a esa vieja costumbre de tenerte siempre un poco, de no acabarte.
Nos quedamos sin nada. Me quedé sin mí, me regalé entera y tú me terminaste y ya no quedo, ya no estoy.
Hoy soy tan pobre que ni siquiera me tengo, ni me sé, ni me hallo en este basurero que apesta a caducidad.
De cualquier forma, soy incapaz de abandonar el placer enfermizo de saberte mío y te seguiré guardando, por si algún día te pierdes, para que nunca te acabes.
Rosi?**

"La casa tiene un olor extraño"
La casa tiene un olor extraño. El olor de las almas vacías y las miradas sin gracia, de las palabras marchitas y las mentiras baratas.
Huele a podrido aquí dentro, huele a funeral. La casa muere un poco cada día desde que tiraste la puerta. Agoniza sola, desolada.
Huele a sueños rotos, a pasado perfecto y presente continuo, a futuro incierto, a la sequía agrietante de un desierto.
Huele a noche cerrada, a luna fugada, a sonrisa perdida, a felicidad encarcelada.
Huele a silencio, apesta a vacío.
Rosi?**