Desfile militar en la calle Florida de Buenos Aires, 1947.

Vean la hipocresía, mientras (((ellos))) te tachan de antisemita por cuestionar la veracidad del holocausto, ellos relativizan la identidad palestina tranquilamente y nunca reconocieron el genicidio griego ni armenio, mientras te tachan de discriminador, ellos son libres de proteger sus fronteras y hasta expandirlas además de colonizar tierras ajenas, y encima pueden darse el tupé de calificar a uno de los suyos de "sangre sucia" por que en su sangre hay mezcla criolla.

Para ellos el argentino es algo "sucio", por algo nunca se integraron, pero son los primeros en quejarse si nosotros hacemos lo mismo.

Repugnante.

Asi funciona el exterminio de los argentinos (criollos) , es una reacción en cadena, como un castillo de naipes que se derrumba sistemáticamente.

(Zoom para ver)

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Ojalá los jacobos sigan con sus ataques e indirectas, eso inevitablemente les jugará en contra.

No, no necesitamos amerindios que puedan cortarnos el pasto o plantar unos cultivos de soja, antes de la gran oleada inmigratoria limítrofe, a comienzos del siglo XX éramos nosotros los argentinos eurocriollos quienes podíamos hacerlo sin problemas y aún podemos hacerlo.

El problema reside en las bases de este sistema ultracapitalista dependiente de la mano de obra barata.

Lo de Corea del Sur, es un ejemplo de tiranía en nombre de la Democracia (Plutocracia).

Cuando más se pone en juego las mentiras sobre las que se sustenta la Democracia, más tiránicos se pondrán para mantener su supervivencia.

Es increíble como los zurdos tienen que agarrarse de relatos aliadófilos y sionistas para sostener su postura. No cabe duda que ante la falta de nombres , apellidos y DNI, que ni si quiera se acercan a 20.000 (solamente hay datos de 8000 y pico de muertos o desaparecidos registrados con sus datos personales) se puede constatar que la cifra está lejos de ser 30.000, para que esa cifra se aproxime el número de denunciantes tiene que triplicar la cantidad de desaparecidos, cosa que no es así.

La dictadura cometió ciertos excesos y económicamente nos hundió, pero el relato setentero de los desaparecidos, inflado y exagerado, es una mochila de culpabilidad con la que cargan las fuerzas armadas, herramienta que sirve para censurar a cualquier voz disidente que cuestione un poco el marxismo y su terrorismo a lo largo del siglo pasado.

Ninguna ley tiene derecho a censurar y amordazar a quienes buscan poner en discusión y debate esa dudosa cifra que tiene agujeros por todos lados.