?4. Si quieres restaurar tu familia necesitas que sus miembros restauren su relación con Dios:

“Cuando llegó a Berseba ofreció sacrificios al Dios de su padre Isaac” Este era el puesto al sur más avanzado de la Tierra Prometida en el camino hacia Egipto. Se detuvo allí para honrar a Dios con sacrificios. Tanto Abraham (Génesis 22:19) como Isaac (Génesis 26:23) vivieron un tiempo en Berseba. El abuelo de Israel, Abraham plantó un árbol tamarisco en Berseba muchos años antes e invocó el nombre del Señor allí, (Génesis 21:33). Isaac recibió una promesa especial de Dios y construyó un altar para el sacrificio invocando el nombre del Señor en ese mismo lugar (Génesis 26:24-25). Es probable que en este mismo lugar Israel hizo el sacrificó. Pero el punto más importante aquí es que ahora Israel una vez más está buscando de corazón a Dios y buscando una reconciliación con Él, y nuestro Señor que es misericordioso y bueno, ya estaba con sus brazos abiertos esperando por él, de igual manera puede ocurrir para nuestros familiares, pidamos siempre al Altísimo que trabaje en sus corazones y los abrace con sus brazos de amor.

“Dios habló a Israel en visiones en la noche”: Más de 40 años antes, cuando Jacob estaba a punto de salir de la tierra prometida, Dios le habló en un sueño (Génesis 28:12-17). Ahora, cuando está a punto de abandonar la tierra de nuevo, con incertidumbre, quizá hasta temor o tristeza, Dios una vez más le trae consuelo y aumenta su fe a través de un sueño.
“Yo soy Dios, el Dios de tu padre”: Cuán hermosa es la presentación que le hace el Señor a Jacob: Yo soy Dios, solo leer esa frase nos devuelve el ánimo y la fe, y nos da la tranquilidad de saber que Él es el único y verdadero Dios, el mismo ayer, hoy y por los siglos de los siglos, quien tiene el control de todas las cosas y reina con poder.

“No temas descender a Egipto”: Esto pudiera indicar que Israel tenía miedo de ir a Egipto. Jacob pudo haber recordado que antes Abraham había ido a Egipto en una época de hambre y eso había sido una manifestación de su incredulidad y otras malas eventualidades vinieron con ese viaje (Génesis 12:10-20). También puede haber recordado cuando Dios le dijo a su padre Isaac que no fuera a Egipto (Génesis 26:2). Pero el hecho es que Dios conocía perfectamente los temores de su hijo Israel, y es precisamente por eso mis hermanos que necesitamos restablecer nuestra relación con el Creador, porque solo Él conoce verdaderamente los temores e inseguridades que hay en el corazón del hombre, y solo Él tiene la capacidad y el poder de quitar tales temores y llenarnos de valor para enfrentar cualquier cosa que se nos presente.

“Todos sus descendientes que trajo con él a Egipto”: Es importante destacar esta frase porque era el fruto de la obra transformadora divina en Jacob, quien en este momento demuestra una gran fe. Él trajo a toda la familia a Egipto. Nadie se quedó atrás para continuar su presencia en Canaán. Jacob confió en la promesa de Dios de que allí Él le transformaría en una gran nación, que su presencia iría con él a Egipto, y que también un día su descendencia regresaría a la tierra prometida.

Mis amados hermanos, ¿Quieren restaurar sus familias? Entonces les invito a seguir estos pasos: Busca a Dios primero y déjate guiar y transformar por Él, permite que Él trabaje primero en tu corazón, luego con su ayuda conviértete en un pacificador que ayude a poner fin a los conflictos interpersonales que puedan aparecer en tu hogar. Finalmente, ora de todo corazón, y entrégale tu parentela al Rey de reyes, para que obre en la vida de tus familiares, y ayúdalos a buscar su rostro y misericordia. Solo con el Señor podremos tener una familia con armonía, amor y paz.

?1. Si quieres restaurar tu familia primero debes ser restaurado tú:

Como hijo de Dios tú eres un punto clave en tu familia. El Faraón pidió a José que llevara a su familia a Egipto. Es probable que el Faraón no supiera la historia completa de los hermanos de José, o quizá ya sabía el plan de restauración que él tenía para sus hermanos, no lo sabemos con seguridad, pero el hecho evidente en esta porción es que, por el amor y el respeto que el Faraón tenía por la figura de José (por su excelente comportamiento y su integridad), fue que sus hermanos y demás familiares alcanzaron esta gran misericordia. Esto nos hace recordar dos cosas: Una es que nosotros alcanzamos misericordia por la vida y obra de nuestro Señor Jesucristo, por su integridad y su sacrificio, y la otra es que, una vez en Cristo, nuestras familias pueden disfrutar muchas bendiciones a través de nosotros.

José dio a sus hermanos carretas, objetos de valor y muchas provisiones para el camino. Esto nos vuele a recalcar la idea anterior, los hijos de Israel recibieron transporte, provisión, prendas de vestir y riquezas, debido a que su hermano fue favorecido por Dios al ponerlo en una alta posición en Egipto. Faraón bendijo a los hijos de Jacob a causa de José, de hecho, tal era la bendición que volver a Canaán en los majestuosos carros de Egipto era el equivalente cultural de aterrizar en un jumbo jet en una tribu de salvajes aislados.
José siempre había sido menospreciado por sus hermanos, sin embargo ahora ellos eran bendecidos por su causa. Hay momentos en los que podemos ser menospreciados por nuestros familiares, quizá porque somos los únicos cristianos de la familia, o porque somos los que menos habilidades y talentos tenemos ante sus ojos, sea cual sea el motivo hay una esperanza que Dios nos da en su palabra:
?1Co 1:27-29 sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia.
Si los demás te desprecian, debes entender que el Dios único y verdadero te ama, Él te mira con ojos de bondad y misericordia y nunca te va a despreciar.
José pasó por muchas pruebas y difíciles circunstancias pero así fue como Dios fue trabajando con él y perfeccionándolo. Es necesario que dejemos que el Señor trabaje en nosotros, que nos sane y nos moldee y que ponga paz en nuestro interior para así poder llevar paz también a aquellos que jos rodean.

?2. Si quieres restaurar tu familia necesitas ser un pacificador:
- “No riñáis por el camino”: La idea detrás de las palabras “No riñáis” es literalmente de enojo o de pelea. José conocía perfectamente a sus hermanos, sabía que tan pronto como salieron de su presencia se verían tentados a actuar como solían hacerlo siempre, de manera egoísta, culpándose uno al otro, discutiendo por lo que ya era parte del pasado. Ya él los había perdonado completamente, pero el objetivo de José era restaurar todo dentro de su casa, de manera tal que era necesario sanar no solo la relación de sus hermanos con él, sino también la relación entre ellos mismos, por eso se comportó como un pacificador.
Los hijos de Dios necesitamos ser pacificadores porque no basta solamente con que tengamos paz en nuestro interior o con que estemos en paz con nuestros hermanos y demás parientes, los hijos de Dios deben luchar para que haya una buena relación entre los que los rodean. (Este tema lo abordaremos mejor en la próxima serie).

¿Por qué debemos perdonar?
Hay varios motivos por los cuales debemos perdonar:

1- Porque a eso nos manda el Señor en su palabra, es un mandato claro:

?Efe 4:32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.

2-Porque eso da testimonio de quién es nuestro Señor y lo glorifica:

Al José perdonar a sus hermanos estaba revelando su verdadero carácter, un carácter conforme al carácter del Dios al cual servía.

?Dan 9:9 De Jehová nuestro Dios es el tener misericordia y el perdonar…

?Sal 86:5 Porque tú, Señor, eres bueno y perdonador, Y grande en misericordia para con todos los que te invocan.

Debemos perdonar porque así mostramos a otros la naturaleza del Rey de reyes, y lo glorificamos a Él, porque le enseñamos al mundo cómo es nuestro amado Padre, un Dios de amor, misericordia y perdón.

3- Porque eso nos libera:

Cuando no perdonamos comenzamos a albergar una semilla maligna en nuestros corazones que se llama “rencor”, si esta semilla maligna se deja allí, germinará y crecerá como un árbol que no es llamativo por su tamaño sino por sus raíces: “las raíces de amargura” las cuales envenenan el alma y no nos dejan vivir en paz, de manera tal que nos volvemos prisioneros de ese rencor y resentimiento, aun cuando la persona que nos ofendió siga su camino con normalidad.

“Perdonar es liberar a un prisionero y descubrir que ese prisionero eras tú” Corrie Ten Boom

Perdonar de corazón es lo único que nos libera de la prisión del rencor y lo único que puede cortar completamente las raíces de amargura.

Hermanos amados, pidamos todos los días al Señor que nos ayude a perdonar con un corazón sincero y puro como el de nuestro Señor y Salvador para así poder poner en alto su glorioso Nombre.

?Col 3:12-13 Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.

Abordemos pues este precioso tema a partir del pasaje que leímos: Perdonar a los demás.

?¿Qué nos puede ayudar a perdonar?
Perdonar no siempre es fácil, hay ofensas que duelen mucho en nuestros corazones, hay heridas que son difíciles de sanar por la profundidad que tienen. Piense detenidamente en las situaciones por las que atravesó José a causa de sus hermanos: Ellos siempre lo ofendían y menospreciaban, lo odiaban, querían asesinarlo, lo vendieron a unos mercaderes extraños como si fuera un objeto cualquiera, vivió varios años en duras pruebas, como esclavo y luego como preso, realmente no son cosas fáciles de olvidar. Entonces ¿cómo pudo José perdonar todo ese terrible pasado?, creo que la respuesta es la misma que él les dio: “Ahora, pues, no os entristezcáis, ni os pese de haberme vendido acá; porque para preservación de vida me envió Dios delante de vosotros… Así, pues, no me enviasteis acá vosotros, sino Dios, que me ha puesto por padre de Faraón y por señor de toda su casa, y por gobernador en toda la tierra de Egipto.”

José pudo perdonar a sus hermanos porque entendió que era propósito de Dios que él pasara por todo lo que pasó, porque descansaba en la soberanía del Señor y comprendía que no fue por sus hermanos por lo que él llegó a Egipto, sino por la mano de Jehová.
Hermanos, saber que todo lo que nos ocurra es por un propósito divino, nos ayuda a liberarnos y poder perdonar, entendiendo que aún el mal que nos hagan es porque Dios así lo permite, y que todas las cosas ayudan a bien a los que aman al Altísimo, por tanto, en su tiempo, Él se encargará de tornar todo el mal en bien.

?¿Hay límite para perdonar?
No hay un límite para perdonar, lo que hicieron los hermanos de José fue terrible, y de hecho le causaban males repetidamente, pero lo que nuestro Padre espera de nosotros es que perdonemos sin importar el mal o los males que nos hayan causado. Debemos recordar el diálogo entre Pedro y el Señor para esclarecer mejor este punto:

?Mat 18:21-22 Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.

Hermanos amados, no podemos cansarnos de perdonar, porque nuestro Señor no se cansa de perdonarnos a nosotros. Puede ser que una persona te siga fallando una y otra vez, pero debemos recordar que aun estando en Cristo nosotros también seguimos fallando.
Por supuesto, esto no debe ser malinterpretado, por ejemplo, no quiere decir que si un esposo golpea a su esposa y es violento con ella, ella deba perdonarlo todos los días y seguir a su lado recibiendo actos de violencia… ella debe perdonarlo de corazón, sí, pero también debe alejarse y buscar ayuda. Perdonar no significa que nos volveremos ciegos, si una persona te traiciona una y otra vez, perdona pero ten cuidado en la confianza que le depoaites en ella, ya que sabes que tiene por hábito traicionarte. Incluso si se trata de un hermano quien peca contra ti, en Mateo 18:15-17 el Señor nos deja los pasos a seguir para su restauración, pero si ese hermano no está dispuesto a ser restaurado después de agotar todos los recursos con él, debemos tenerlo por gentil y publicano, sin embargo, en nuestros corazones, debemos perdonarlo y pedir en oración misericordia para Él.

?Aprendiendo a perdonar?

?Gén 45:1-15 No podía ya José contenerse delante de todos los que estaban al lado suyo, y clamó: Haced salir de mi presencia a todos. Y no quedó nadie con él, al darse a conocer José a sus hermanos. Entonces se dio a llorar a gritos; y oyeron los egipcios, y oyó también la casa de Faraón. Y dijo José a sus hermanos: Yo soy José; ¿vive aún mi padre? Y sus hermanos no pudieron responderle, porque estaban turbados delante de él. Entonces dijo José a sus hermanos: Acercaos ahora a mí. Y ellos se acercaron. Y él dijo: Yo soy José vuestro hermano, el que vendisteis para Egipto. Ahora, pues, no os entristezcáis, ni os pese de haberme vendido acá; porque para preservación de vida me envió Dios delante de vosotros. Pues ya ha habido dos años de hambre en medio de la tierra, y aún quedan cinco años en los cuales ni habrá arada ni siega. Y Dios me envió delante de vosotros, para preservaros posteridad sobre la tierra, y para daros vida por medio de gran liberación. Así, pues, no me enviasteis acá vosotros, sino Dios, que me ha puesto por padre de Faraón y por señor de toda su casa, y por gobernador en toda la tierra de Egipto. Daos prisa, id a mi padre y decidle: Así dice tu hijo José: Dios me ha puesto por señor de todo Egipto; ven a mí, no te detengas. Habitarás en la tierra de Gosén, y estarás cerca de mí, tú y tus hijos, y los hijos de tus hijos, tus ganados y tus vacas, y todo lo que tienes. Y allí te alimentaré, pues aún quedan cinco años de hambre, para que no perezcas de pobreza tú y tu casa, y todo lo que tienes. He aquí, vuestros ojos ven, y los ojos de mi hermano Benjamín, que mi boca os habla. Haréis, pues, saber a mi padre toda mi gloria en Egipto, y todo lo que habéis visto; y daos prisa, y traed a mi padre acá. Y se echó sobre el cuello de Benjamín su hermano, y lloró; y también Benjamín lloró sobre su cuello. Y besó a todos sus hermanos, y lloró sobre ellos; y después sus hermanos hablaron con él.

En los capítulos 43 y 44 vemos tramas similares a las anteriores, pero esta vez con ciertos cambios:
- Vemos a Jacob aún prendido a su hijo Benjamin pero esta vez vencido por la necesidad de alimento es obligado a dejarlo ir (a veces Dios nos pone situaciones sin salida para que dejemos ir las cosas que nos tienen atados u obsesionados y pongamos nuestra fe y confianza en su voluntad)
- Vemos a Judá intentando salvar a un hermano de la muerte, esta vez a Benjamín, pero ahora dispuesto a todo y cueste lo que le cueste.
- Vemos a José re encontrándose con sus hermanos, pero esta vez con un hermano especial sumado al grupo, su amado Benjamin.

Pero pasemos al capítulo 45 para poder desarrollar la lección de hoy.
Ahora José, ya teniendo a Benjamín a su lado, está ante todos sus hermanos, revelando realmente su identidad, imaginemos la escena, los hermanos perplejos sin poderse mover ni emitir palabra alguna al ver al fantasma del pasado ante ellos, quizá se aterrorizaron pensando que ahora él querría cobrar venganza, pero un giro inesperado ocurre, y en lugar de reproches se encuentran con el perdón, en lugar de castigo reciben misericordia, ¡Qué precioso! José perdonando a sus enemigos, a los que le hicieron tantas maldades, tenía toda la autoridad para acabar con ellos y vengar su pasado, pero decidió mirarlos con ojos de amor y dejar el pasado atrás, pero ¿Cómo pudo hacerlo? ¿Por qué lo hizo?

?¿Qué pido? El pan de cada día: La provisión necesaria
Nótese que no dice “el pan de la semana”, ni “el pan del año”. Tampoco dice “dame medio pan” ni “no me des pan”. Dice “el de cada día”, el que necesito para el día de hoy.
Hoy en día el enemigo pone enseñanzas falsas para confundir al pueblo de Dios, de manera tal que mucha gente siga esas doctrinas pensando que son correctas para Dios.

Hay doctrinas como que satanizan la pobreza: "Si usted es pobre está en pecado y no está en la voluntad de Dios" Lo cual es totalmente incierto: Cristo enseñó que a los pobres siempre los tendríamos. Muchos de los grandes hombres de Dios pasaron por pobrezas extremas y se mantenían fieles (Job, José, Jacob...)
“El cristianismo en las manos de algunos, se ha convertido en un movimiento de logre lo que quiera en vez de abandónelo todo, han prostituido la intención divina del evangelio” Jhon MacArthur

Hay doctrinas que satanizan la riqueza, y te enseñan que debes vivir como un total menesteroso para ganarte el cielo, esto también es incorrecto pensar así...porque igualmente grandes hombres de Dios fueron ricos y se mantuvieron fieles: Abraham, Job, Jacob, etc.

El Señor no es un genio de la lámpara para complacer todos nuestros deseos, tampoco es un dictador que obliga a todos a pasar una vida llena de desgracias y de hecho qué bueno que es así, porque Él no nos da más ni menos de lo que podemos y debemos llevar.

Vamos a hacer esclarecer mejor la petición del pan de cada día:

?Pro 30:8-9(NTV): …no me des pobreza ni riqueza, dame solo lo suficiente para satisfacer mis necesidades. Pues si me hago rico, podría negarte y decir: “¿Quién es el Señor?” Y si soy demasiado pobre, podría robar y ofender el santo nombre de Dios.

Hermanos: La verdad es que en este mundo en que vivimos hay pobres que glorifican a Dios y otros que no, y hay ricos que glorifican a Dios y otros que no. Lo importante es saber pedir la justa medida de lo que el Señor entienda que debes recibir.

Finalmente, estamos hablando de "el pan nuestro de cada día dánoslo hoy" y hablamos de necesidades y de cómo pedirle a Dios que supla tales necesidades. Y eso me hizo pensar ¿cuál es nuestra mayor necesidad?
Y quizás pensemos que la mayor necesidad para nosotros como seres humanos es respirar, o que nuestro corazón siga latiendo, o beber agua, etc.
Pero llegaba a mi mente una canción que dice ?"te has convertido en mi mayor necesidad"? y pensaba: Señor, realmente eres tú mi mayor necesidad, ya no me imagino vivir sin Ti, porque eres Tú quien me da vida. Digamos pues tal y como decía el salmista:
?Sal 73:25 ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra.

Amado hermano, que sea su presencia, su reino y su justicia tu primera necesidad, tu primera petición del día, las demás cosas déjalas ante el trono de su gracia sin afanarte, y descansa sabiendo que Él es Jehova Jireh, tu proveedor, quien sabe qué darte y, cómo y cuándo dártelo.

?¿Para quién pido? Nuestro: Provisión para todos

Generalmente nos concentramos en pedir cosas para nosotros, pero nos olvidamos que tenemos el deber de interceder también por otros.
La palabra “nuestro” nos recuerda que no somos los únicos con necesidades, que el Señor anhela que el problema de tu hermano también sea el tuyo.
?Gál_5:13  … servíos por amor los unos a los otros.
?1Ts_5:11  … animaos unos a otros, y edificaos unos a otros…
?Heb_3:13  … exhortaos los unos a los otros cada día
Debemos orar los unos por los otros.
No seamos egoístas en nuestras peticiones, incluye a tu hermano, familia, amigos, y en especial, ya que pides por causa de una necesidad,  acuérdate de los necesitados.

?¿A quién le pido? Dánoslo: La provisión viene de Dios
La petición de la provisión se le hace al Señor, porque de Él viene la verdadera provisión. En ocasiones pedimos ayuda a algún hermano o amigo para suplir alguna carencia y esto no está mal, pero no debemos hacer de este acto una costumbre, a quien primero debemos presentar nuestra situación es a nuestro Padre, porque eso denota la dependencia que tenemos de Él. ¿A quién clamas cuando tienes una necesidad? ¿De dónde esperas que venga tu socorro?

?Sal 121:1-2  Alzaré mis ojos a los montes;  ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra.

?¿Cuándo debo pedir provisión?
Hoy:
Si tenemos necesidades hoy, ¿por qué no pedirle al Padre amoroso que nos supla hoy?. A veces arrastramos situaciones desfavorecedoras por largo tiempo, por no haber pedido y habernos resignado, cuando tenemos un Dios todopoderoso dispuesto a atender a nuestras carencias.
Por supuesto, el  pasaje no debe usarse para poner exigencias a Dios: "Señor, yo quiero ese carro ahora mismo...yo quiero esa casa hoy" recuerde poner el sello que aprendimos en el estudio anterior: "Hágase tu voluntad... hágase cuando tu quieras"

3. Hágase lo que Tú quieras:
“El que nos enseñó esta oración la usó Él mismo en el sentido más irrestricto. Cuando el sudor sangriento estaba en su rostro, y todo el temor y temblor de un hombre en angustia fue puesto sobre Él, no disputó el decreto del Padre, sino que inclinó su cabeza y lloró. ‘Pero no se haga mi voluntad, sino la tuya’”. Charles Spurgeon

Vayamos por un momento al Getsemaní, y escuchemos a Cristo decir la frase más interesante que podamos leer:
?Mateo 26:39 Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú.

?Mateo 26:42 Otra vez fue, y oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad.

Jesús, el unigénito de Dios nos enseñó a pedir como conviene. Debemos aprender a orar poniendo ese sello:
Señor te pido esto y aquello para mi vida... pero que no se haga mi voluntad sino la tuya, que no se haga lo que yo quiera sino lo que Tú quieras.

Hermanos amados, nos conviene pedir que se haga la voluntad de Dios, porque esta es buena agradable y perfecta, porque sus pensamientos y caminos son más altos que los nuestros, porque Él sabe perfectamente lo que es mejor para nosotros.

Finalmente veamos también que un hombre puede decir: “Hágase tu voluntad” de diferentes maneras y humores. Puede decirlo con fatalismo y resentimiento: “Harás tu voluntad, y no hay nada que yo pueda hacer al respecto. Tu voluntad gana, pero no me gusta” o puede decirlo con un corazón lleno de amor perfecto y confianza, “Hágase tu voluntad, porque sé que es lo mejor, y si mi corazón quisiera resistirse a seguir tus caminos, cámbialo, Señor y dame uno nuevo que se deleite en cumplir y aceptar tu plan para mí”.
Que podamos decir como el salmista:

?Salmos 143:10 Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios;Tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud.

?Salmos 40:8 El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado,Y tu ley está en medio de mi corazón.