??????????????????????????????????????? Bᴜᴇɴᴏs ᴅɪ́ᴀs Dɪᴏs ʟᴇs ʙᴇɴᴅɪɢᴀ ʜᴏʏ ʏ sɪᴇᴍᴘʀᴇ ᴍɪs ʜɴᴏs? Fᴇʟɪᴢ ᴅɪ́ᴀ ᴘᴀʀᴀ ᴛᴏᴅᴀs ʟᴀs ᴍᴀᴅʀᴇs ᴅᴇʟ ᴍᴜɴᴅᴏ ᴇɴᴛᴇʀᴏ ϙᴜᴇ Dɪᴏs ʟᴀs ʙᴇɴᴅɪɢᴀ sᴏʙʀᴇ ɴᴀᴛᴜʀᴀʟ ᴘʀɪɴᴄᴇsᴀs ᴅᴇʟ sᴇɴ̃ᴏʀ ᴍᴜᴄʜᴀs ʏᴀ ɴᴏ ʟᴀ ᴛᴇɴᴇᴍᴏs ? ᴘᴇʀᴏ ᴏᴛʀᴀs Sɪʟᴀs ᴛɪᴇɴᴇɴ ᴇs ᴜɴ ʀᴇɢᴀʟᴏ́ ᴛᴇɴᴇʀ ᴍᴀᴅʀᴇ ????????????????????????????????ᴍᴜᴊᴇʀ ᴠɪʀᴛᴜᴏsᴀ, ¿ϙᴜɪᴇ́ɴ ʟᴀ ʜᴀʟʟᴀʀᴀ́? ᴘᴏʀϙᴜᴇ sᴜ ᴇsᴛɪᴍᴀ sᴏʙʀᴇᴘᴀsᴀ ʟᴀʀɢᴀᴍᴇɴᴛᴇ ᴀ ʟᴀ ᴅᴇ ʟᴀs ᴘɪᴇᴅʀᴀs ᴘʀᴇᴄɪᴏsᴀs. ᴇʟ ᴄᴏʀᴀᴢᴏ́ɴ ᴅᴇ sᴜ ᴍᴀʀɪᴅᴏ ᴇsᴛᴀ́ ᴇɴ ᴇʟʟᴀ ᴄᴏɴғɪᴀᴅᴏ, ʏ ɴᴏ ᴄᴀʀᴇᴄᴇʀᴀ́ ᴅᴇ ɢᴀɴᴀɴᴄɪᴀs. ʟᴇ ᴅᴀ ᴇʟʟᴀ ʙɪᴇɴ ʏ ɴᴏ ᴍᴀʟ ᴛᴏᴅᴏs ʟᴏs ᴅɪ́ᴀs ᴅᴇ sᴜ ᴠɪᴅᴀ. ʙᴜsᴄᴀ ʟᴀɴᴀ ʏ ʟɪɴᴏ, ʏ ᴄᴏɴ ᴠᴏʟᴜɴᴛᴀᴅ ᴛʀᴀʙᴀᴊᴀ ᴄᴏɴ sᴜs ᴍᴀɴᴏs. ᴇs ᴄᴏᴍᴏ ɴᴀᴠᴇ ᴅᴇ ᴍᴇʀᴄᴀᴅᴇʀ; ᴛʀᴀᴇ sᴜ ᴘᴀɴ ᴅᴇ ʟᴇᴊᴏs. sᴇ ʟᴇᴠᴀɴᴛᴀ ᴀᴜɴ ᴅᴇ ɴᴏᴄʜᴇ ʏ ᴅᴀ ᴄᴏᴍɪᴅᴀ ᴀ sᴜ ғᴀᴍɪʟɪᴀ ʏ ʀᴀᴄɪᴏ́ɴ ᴀ sᴜs ᴄʀɪᴀᴅᴀs. ᴄᴏɴsɪᴅᴇʀᴀ ʟᴀ ʜᴇʀᴇᴅᴀᴅ, ʏ ʟᴀ ᴄᴏᴍᴘʀᴀ, ʏ ᴘʟᴀɴᴛᴀ ᴠɪɴ̃ᴀ ᴅᴇʟ ғʀᴜᴛᴏ ᴅᴇ sᴜs ᴍᴀɴᴏs. ᴄɪɴ̃ᴇ ᴅᴇ ғᴜᴇʀᴢᴀ sᴜs ʟᴏᴍᴏs, ʏ ᴇsғᴜᴇʀᴢᴀ sᴜs ʙʀᴀᴢᴏs. ᴠᴇ ϙᴜᴇ ᴠᴀɴ ʙɪᴇɴ sᴜs ɴᴇɢᴏᴄɪᴏs; sᴜ ʟᴀ́ᴍᴘᴀʀᴀ ɴᴏ sᴇ ᴀᴘᴀɢᴀ ᴅᴇ ɴᴏᴄʜᴇ. ᴀᴘʟɪᴄᴀ sᴜ ᴍᴀɴᴏ ᴀʟ ʜᴜsᴏ, ʏ sᴜs ᴍᴀɴᴏs ᴀ ʟᴀ ʀᴜᴇᴄᴀ. ᴀʟᴀʀɢᴀ sᴜ ᴍᴀɴᴏ ᴀʟ ᴘᴏʙʀᴇ, ʏ ᴇxᴛɪᴇɴᴅᴇ sᴜs ᴍᴀɴᴏs ᴀʟ ᴍᴇɴᴇsᴛᴇʀᴏsᴏ. ɴᴏ ᴛɪᴇɴᴇ ᴛᴇᴍᴏʀ ᴅᴇ ʟᴀ ɴɪᴇᴠᴇ ᴘᴏʀ sᴜ ғᴀᴍɪʟɪᴀ, ᴘᴏʀϙᴜᴇ ᴛᴏᴅᴀ sᴜ ғᴀᴍɪʟɪᴀ ᴇsᴛᴀ́ ᴠᴇsᴛɪᴅᴀ ᴅᴇ ʀᴏᴘᴀs ᴅᴏʙʟᴇs. ᴇʟʟᴀ sᴇ ʜᴀᴄᴇ ᴛᴀᴘɪᴄᴇs; ᴅᴇ ʟɪɴᴏ ғɪɴᴏ ʏ ᴘᴜ́ʀᴘᴜʀᴀ ᴇs sᴜ ᴠᴇsᴛɪᴅᴏ. sᴜ ᴍᴀʀɪᴅᴏ ᴇs ᴄᴏɴᴏᴄɪᴅᴏ ᴇɴ ʟᴀs ᴘᴜᴇʀᴛᴀs, ᴄᴜᴀɴᴅᴏ sᴇ sɪᴇɴᴛᴀ ᴄᴏɴ ʟᴏs ᴀɴᴄɪᴀɴᴏs ᴅᴇ ʟᴀ ᴛɪᴇʀʀᴀ. ʜᴀᴄᴇ ᴛᴇʟᴀs, ʏ ᴠᴇɴᴅᴇ, ʏ ᴅᴀ ᴄɪɴᴛᴀs ᴀʟ ᴍᴇʀᴄᴀᴅᴇʀ. ғᴜᴇʀᴢᴀ ʏ ʜᴏɴᴏʀ sᴏɴ sᴜ ᴠᴇsᴛɪᴅᴜʀᴀ; ʏ sᴇ ʀɪ́ᴇ ᴅᴇ ʟᴏ ᴘᴏʀ ᴠᴇɴɪʀ. ᴀʙʀᴇ sᴜ ʙᴏᴄᴀ ᴄᴏɴ sᴀʙɪᴅᴜʀɪ́ᴀ,ʏ ʟᴀ ʟᴇʏ ᴅᴇ ᴄʟᴇᴍᴇɴᴄɪᴀ ᴇsᴛᴀ́ ᴇɴ sᴜ ʟᴇɴɢᴜᴀ. ᴄᴏɴsɪᴅᴇʀᴀ ʟᴏs ᴄᴀᴍɪɴᴏs ᴅᴇ sᴜ ᴄᴀsᴀ, ʏ ɴᴏ ᴄᴏᴍᴇ ᴇʟ ᴘᴀɴ ᴅᴇ ʙᴀʟᴅᴇ. sᴇ ʟᴇᴠᴀɴᴛᴀɴ sᴜs ʜɪᴊᴏs ʏ ʟᴀ ʟʟᴀᴍᴀɴ ʙɪᴇɴᴀᴠᴇɴᴛᴜʀᴀᴅᴀ;ʏ sᴜ ᴍᴀʀɪᴅᴏ ᴛᴀᴍʙɪᴇ́ɴ ʟᴀ ᴀʟᴀʙᴀ: ᴍᴜᴄʜᴀs ᴍᴜᴊᴇʀᴇs ʜɪᴄɪᴇʀᴏɴ ᴇʟ ʙɪᴇɴ; ᴍᴀs ᴛᴜ́ sᴏʙʀᴇᴘᴀsᴀs ᴀ ᴛᴏᴅᴀs. ᴇɴɢᴀɴ̃ᴏsᴀ ᴇs ʟᴀ ɢʀᴀᴄɪᴀ, ʏ ᴠᴀɴᴀ ʟᴀ ʜᴇʀᴍᴏsᴜʀᴀ; ʟᴀ ᴍᴜᴊᴇʀ ϙᴜᴇ ᴛᴇᴍᴇ ᴀ ᴊᴇʜᴏᴠᴀ́, ᴇ́sᴀ sᴇʀᴀ́ ᴀʟᴀʙᴀᴅᴀ. ᴅᴀᴅʟᴇ ᴅᴇʟ ғʀᴜᴛᴏ ᴅᴇ sᴜs ᴍᴀɴᴏs, ʏ ᴀʟᴀ́ʙᴇɴʟᴀ ᴇɴ ʟᴀs ᴘᴜᴇʀᴛᴀs sᴜs ʜᴇᴄʜᴏs.
ᴘʀᴏᴠᴇʀʙɪᴏs 31:10-31 AMÉN ????????????????????????????? C S B ????

"PAZ EN MEDIO DE LA TORMENTA"

Tarde y mañana y a mediodía oraré y clamaré, y él oirá mi voz. Él redimirá en paz mi alma de la guerra contra mí, aunque contra mí haya muchos. Salmo 55:17, 18

El 3 de febrero de 1943, un torpedo atacó al S.S. Dorchester en el Atlántico norte. Lleno de soldados estadounidenses, el buque de transporte se inundó rápidamente y comenzó a escorar a estribor. A bordo, reinó el caos. Se dañó el aparato de radiotelegrafía, y los hombres corrieron, desesperados, de un lado a otro del barco. Muchos huyeron de la bodega, sin chalecos salvavidas. Los botes salvavidas atestados zozobraron y las balsas, a la deriva, se alejaron antes de que nadie pudiera alcanzarlas. Según algunos sobrevivientes, entre toda esa confusión sobresalía sólo una islita de orden: el sitio donde cuatro capellanes permanecían de pie, sobre el estribor en pendiente.

George Lansing Fox, pastor procedente de Chicago; Alexander David Goode, rabí de la ciudad de Nueva York; Clark Poling, ministro de Schenectady, Nueva York; y John Washington, sacerdote de Nueva Jersey, guiaron con calma a los demás hacia las estaciones de los botes. Distribuyeron entre la gente los chalecos salvavidas que estaban en el pañol, y ayudaron a los hombres que, helados de terror, se acurrucaban a un lado de la nave. Los sobrevivientes recuerdan todavía el sonido del llanto, de las súplicas, de las oraciones y aun de las maldiciones proferidas por muchos de los hombres, pero sobre todo, el de las palabras de ánimo y confianza que los capellanes pronunciaban.

Cuando el suministro de chalecos salvavidas se acabó, los cuatro capellanes entregaron los suyos. Uno de los últimos hombres que abandonó la cubierta inundada del barco, se dio vuelta y vio a los capellanes todavía firmes, de pie, tomándose de los brazos para mantener el equilibrio. A través de las olas, sus voces aún se oían orando en latín, hebreo e inglés. Uno de los marinos dijo: "Fue lo más bello que jamás haya visto, o esperé ver, de este lado del cielo".

Sólo una cosa le dio a estos cuatro hombres la habilidad de permanecer en calma en medio de circunstancias tan caóticas: la paz de Dios que reinaba en sus corazones. El término hebreo que en castellano traducimos como "paz" es shalom, y la raíz de este vocablo significa "calidad de entero, completo, perfecto".

Cuando nuestra mente está en paz, estamos enteros, completos, perfectos. Ninguna ansiedad abrumadora nos destroza. Ningún miedo devastador destruye nuestro gozo. Ninguna preocupación paralizante arranca nuestra felicidad. En toda circunstancia, Dios nos ofrece su regalo de paz. "No se puede hacer desdichado al hombre que está en paz con Dios y sus semejantes... El corazón está en armonía con Dios se eleva por encima de las molestias y pruebas de esta vida (Testimonios, t. 5, p. 461). La promesa divina a través del profeta Isaías, sigue en pie en el siglo XXI: "Tú guardarás en completa paz aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado" (Isaías 26:3).

Mark Finley